RINOPLASTÍA EN CAJAMARCA – POLICLÍNICO LÁSER LOS NARANJOS
La cirugía de nariz en el Policlínico Láser Los Naranjos es realizada por médico especialista en Otorrinolaringología.
Rinoplastía
La Rinoplastía es una intervención quirúrgica en la que se resuelven los aspectos externos y estéticos de la nariz afectando a su forma y tamaño, es decir, a su estética. Es una intervención que se realiza en quirófano, generalmente bajo anestesia general y/o anestesia local en la que se actúa sobre hueso (los huesos propios de la nariz) y cartílago (cartílagos cuadrangulares que contribuyen a dar forma al 1/3 medio del dorso nasal y los cartílagos alares que son los que dan forma a la punta de la nariz). Las incisiones pueden ser internas (en el vestíbulo nasal e invisibles) o externas (en la columela, que es la parte que separa los dos orificios nasales, y por ello visibles).
Tras la intervención quirúrgica se suele colocar un taponamiento en la nariz y una férula de yeso por fuera. Debido a que la parte ósea del dorso nasal debe romperse para cambiar su forma se producen inflamación y hematomas faciales, por lo que el paciente suele tener morados los ojos y la cara hinchada. Tras unos días, se retiran tanto el taponamiento como la férula externa, aunque los hematomas desaparecen en una o dos semanas, la inflamación puede persistir algunos meses (va desapareciendo paulatinamente).
Septoplastía
La Septoplastía es una intervención quirúrgica en la que se resuelven exclusivamente los aspectos funcionales de la nariz, lo cual no necesariamente repercute en el aspecto externo, ya que se opera el tabique y el aspecto externo de la nariz depende del tabique y otras estructuras. Es una cirugía que se realiza en quirófano bajo anestesia general, mediante unas incisiones que prácticamente siempre se realizan en el interior de la nariz (por tanto invisibles) y en la que se actúa sobre desviaciones en el tabique nasal, que es de cartílago en la parte anterior y de hueso en la parte posterior. En ambos casos, se remodela la desviación, retirando la menor cantidad de tejido posible. Tras la operación suele colocarse un taponamiento en la nariz y nunca una férula exterior. No se producen hematomas en la cara (al no haber fracturas en el dorso de la nariz). Dicho taponamiento se retira entre 2 y 4 días y el paciente puede recuperar un ritmo normal de vida casi inmediatamente después, salvo para actividades físicas pesadas ya que pueden provocar una hemorragia nasal postoperatoria.